Cuando viajamos al extranjero, las probabilidades de sufrir una contingencia se incrementan, con el agravante de que nos encontramos en un país que cuenta con leyes, y costumbres diferentes a las nuestras.
¿Cuándo puedes comenzar a hacer uso de tu seguro de viajes?
- Antes de iniciar nuestro viaje. Es posible que lo compráramos con antelación y que por ejemplo, antes de marchar, un familiar caiga enfermo, o nos citen a ser miembros de un jurado, etc.
- Un retraso en nuestro medio de transporte. Por el que por ejemplo, nos imposibilite enlazar con un vuelo. O si viajamos por trabajo, nos impida llegar a una importante reunión.
- Una pérdida o daño en nuestro equipaje que puede afectar a nuestros enseres personales, e incluso al equipo que llevamos para la práctica de algún tipo deporte o de trabajo.
- Interrupción anticipada del viaje. Por siniestro grave en nuestro hogar, o en nuestro local profesional.
- Atención médica por accidente o enfermedad.
- Traslado y alojamiento de un familiar, debido a que podamos requerir una hospitalización.
- Adelanto de efectivo en el extranjero.
- Repatriación. Que por supuesto os deseo que no sea necesario.
Lo más satisfactorio de un seguro es no verse obligado a usarlo.Pero si estás de viaje por el extranjero, es mejor que tengas la tranquilidad de saber que si aparece la necesidad, no tengas de qué preocuparte.