Si tenemos previsto viajar por un largo período de tiempo, entre tres meses y un año, necesitaremos contar con un seguro de viaje larga estancia.
Cuando estamos dispuestos a pasar más de tres meses fuera de casa, tenemos que ser conscientes de la multitud de situaciones que se nos pueden dar, planificadas o no.
Si durante esa estancia tienes viajes internos, necesitarás flexibilidad de vuelos y alojamiento. Son demasiadas las cosas que jugarán un papel relevante en un viaje de larga estancia y mucho tiempo para que crezcan las posibilidades de que te sorprenda un imprevisto.
Por todo ello es sumamente importante contar con un seguro de viaje para larga estancia, adaptado a las circunstancias y con coberturas que puedes necesitar.
Enfermedad, accidente y repatriación. Si tu destino es un país con condiciones de vida muy distintas a las que estás habituado, puedes tener dificultades de adaptación a su comida, tener complicaciones con el clima o contraer una enfermedad tropical. Esto conlleva desde gastos farmacéuticos, hospitalización hasta quirúrgicos en la hipótesis más extrema.
Cancelación. Por traslados que no has podido realizar y que puede suceder cuando el itinerario de tu estancia prolongada pasa por zonas climáticamente inestables o simplemente porque tienes que volver a casa por un motivo de fuerza mayor.
Pérdida de equipaje. En este caso deberás realizar una reclamación en ventanilla inmediatamente después a comprobar que tu equipaje no está y la aseguradora se encargará de recuperarlo y enviarlo al punto de destino.
Robo. Esta parte es más relevante cuando las pérdidas son por material de tipo informático, vídeo, fotográfico, etc, que, además de su valor económico, estaban destinados a jugar un papel importante en el propio viaje. La póliza que cubre este tipo de situaciones y productos específicos generalmente te reembolsará el valor material.